Cuando crees que has terminado un proyecto o visualizado un proyecto, la realidad es que apenas estás comenzando a escalar la montaña.
Me ha pasado muchas veces cuando digo, este es un gran proyecto,
este es la idea perfecta, pero nada de eso, estamos para aprender, y
en este camino, todo cuenta.
Cuando se inicia un proyecto empresarial, la verdad es que todos
queremos tener el mejor de los éxitos, pero que pasa cuando después
de todo, las cosas no salen como debieran suceder? Acaso nos
desanimamos, quizás la mayoría de las veces, pero también hay que
insistir e insistir, el mundo no se hizo en unos años.
Bueno que decir de mi abuelo.
Un ejemplo de lucha, de silencio, de objetividad, de fe.
Mi abuelo, en las peores circunstancias sabía que hacer, y ese
sentido se le desarrolló gracias a la fe. Estoy seguro.
El valor de seguir adelante, y llegar a buen término en todas sus
empresas.
Porque para tener una empresa no se necesita tener un título, o
algo, se necesita el coraje y la determinación, así como la
decisión de querer y poder hacerlo, así como la fe.
Fruto es mi mamá que me enseñó grandes principios, pero ahora
que no está conmigo... su ejemplo me sigue a donde quiera que voy.
Y me pregunto, que relación tiene todo esto con las empresas?
Mucho.
Saludos!
César Augusto Soto Fajardo
Emprendedor de Sueños.
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